La salsa pesto (a base de albahaca, aceite de oliva, queso y nueces) es rica en grasas y antioxidantes.

Conservación de las propiedades beneficiosas del aceite: la salsa pesto se prepara con aceite de oliva crudo y sin refinar, lo que evita la destrucción de los ácidos grasos poliinsaturados y la vitamina E al calentarla.

Conservación de las vitaminas: la albahaca (y otras hierbas) es una fuente de vitamina K y antioxidantes. No se debe calentar la salsa pesto. Se debe añadir a la pasta ya preparada y caliente.

Absorción: Las grasas del aceite de oliva y los frutos secos mejoran la absorción de las vitaminas liposolubles de la albahaca.

Control del IG: La pasta se debe cocer al dente (poco hecha) para reducir su IG.